Conservación en envases de hojalata

El envase metálico posee una completa impermeabilidad a los gases, microorganismos, a la luz, rayos ultravioleta, humedad, etc.; permite la conservación de los alimentos perecederos por largos periodos de tiempo.
El envase de hojalata mantiene intactas las características propias del producto envasado; es decir, No altera su color, olor, y principalmente no altera su sabor.
No requiere de preservativos para prolongar la conservación de los alimentos; Preserva el valor nutricional de los alimentos envasados, y mantiene activas las vitaminas, las proteínas y todos los nutrientes de los alimentos envasados.
Pese a que las conservas tienen fecha de “consumo preferente” impresa en la lata.
Eso quiere decir que, después de esa fecha, la conserva puede perder gusto, textura o apariencia pero no significa que el producto este vencido o caducado, por lo que no entraña riesgo.
Permite todo tipo de proceso de conservación: Al vacío, llenado en caliente, esterilización (auto-clave), pasteurización o intercambio de gases.
Permite la fácil detección de contenidos de dudosa calidad, alimentos u otros en mal estado, ya que el envase se hincha o sufre un “abombamiento” cuando esto ocurre; esto no sucede cuando se envasa alimentos en plástico, vidrio, u otro material, por ejemplo.