• Los alimentos se mantienen en buena estado e intactos, conservando sus propiedades de sabor, olor y color.
• El producto está protegido de intercambio de gases, de la luz y de la radiación ultraviolenta.
• No requiere aditivos para preservar los alimentarios.
• Conserva los valores nutricionales de los alimentos.

El envase metálico puede soportar presiones altas tanto positivas como negativas. El envase metálico es sólido con una buena resistencia al impacto.

La hermeticidad o estanquedad de un envase de tres piezas se asegura por la soldadura traslapada eléctrica de la costura laterla y por el remachado de los fondos.

A diferencias de los frascos de vidirio que tienen que recurrir a otro material (en este caso el metal) para ser hermético; el envase metálico es y una unidad homogénea, un sistema a prueba de adulteraciones que soportará diferencias de presión de varios bares. En ausencia de fenómenos corrosivos o de adulteración microbiana, el vacio interno se prolonga, tanto, como el alimento permanece en el envase.

La propiedad magnética del acero es valiosa para las operaciones de manejo, manipuleo y transporte de los envases metálicos. De todos los materiales del embalaje es el único que se beneficia de esta propiedad que permite que la selección y separación de los desechos sólidos caseros sea muy fácil antes de la incineración.